Hasta hace relativamente poco tiempo, los salmos inspirados de las Escrituras disfrutaban de una posición destacada en las alabanzas de la Iglesia. Estos cánticos de Sion, de una forma u otra, han animado, elevado, instruido e inspirado a generaciones de cristianos fervientes. La Reforma del siglo XVI vio una renovación en el canto de salmos en congregación, restaurando una práctica que prevaleció en la Iglesia primitiva. Posteriormente, especialmente en las iglesias presbiterianas, los salmos métricos se utilizaron más o menos exclusivamente en los servicios de adoración pública. Hoy la situación es muy diferente. Los salmos de las Escrituras se han desplazado en gran medida en la adoración de la iglesia moderna. Los patrones de adoración están cambiando con asombrosa rapidez. Han proliferado canciones e himnos totalmente creados por el hombre. Parece que todo vale en la adoración de hoy, en el que hay un deseo constante de algo nuevo. Los servicios de adoración y los programas de evangelización dedican una cantidad significativa de tiempo al canto de himnos y coros. Los salmos de la Sagrada Escritura parecen haber quedado muy atrás. Las iglesias que han mantenido el canto de salmos están bajo presión para cambiar debido a que tal alabanza hoy se considera un obstáculo para las personas que ingresan a la iglesia. Quizás algunos incluso consideren que tales alabanzas son “restrictivas” o que no fomentan la adoración “real”. Las iglesias que han mantenido el canto de salmos están bajo presión para cambiar debido a que tal alabanza hoy se considera un obstáculo para las personas que ingresan a la iglesia. Quizás algunos incluso consideren que tales alabanzas son “restrictivas” o que no fomentan la adoración “real”. Las iglesias que han mantenido el canto de salmos están bajo presión para cambiar debido a que tal alabanza hoy se considera un obstáculo para las personas que ingresan a la iglesia. Quizás algunos incluso consideren que tales alabanzas son “restrictivas” o que no fomentan la adoración “real”.
La situación de la adoración hoy
En todo este flujo en el área de la adoración pública de Dios, es más fácil reconocer lo que los hombres desean o demandan que establecer respuestas bíblicas a preguntas tales como: “¿Qué garantiza el Señor en Su adoración?” “¿No es clara la Biblia sobre lo que debemos usar en la adoración?” “¿Realmente tenemos que confiar en lo que es ‘moderno’, como sea que se mida, o por quien sea que se determine?” Hasta cierto punto, será inevitable que el estilo de la música de un pueblo sea moldeado por factores culturales. Pero, ¿será eso cierto también para¿el contenido? ¿No ha proporcionado el Señor un manual de alabanza? A tales consideraciones está dedicado este libro. La tesis básica es que la reforma es muy necesaria en esta área de la adoración. Se sostiene que se debe regresar tanto a un “principio regulador” responsable y centrado en Dios de la adoración en general, y, en particular, al uso en la alabanza cantada de materiales inspirados y designados por Dios.
Tomado de: Sing the Lord´s song, Biblical Psalms in Worship, by Jhon W. Keddie
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